28.7.10

se abre la investigación

WHAT KILLED the dinosaurios?, preguntas mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¿O quién? ¿Tú misma, un meteoro, una erupción volcánica? ¿Murieron uno a uno apuñalados o fueron víctimas tempranas de una súbita y calculada exterminación?
José Ángel Valente

Tejo un corazón con las manos, deseo engancharme los dedos con la aguja y sangrar un poco, sólo un poquito, en un espectáculo controlado del que pudiese despertar. Pienso en momentos autodidactas que olvidan los movimientos estudiados durante horas. Pienso en abandonar un cuerpo sobre la red de seguridad, arropado por el suspense que precede a los gritos que se ahogan en mi carne. Porque estoy hecho de apuñalamientos, trocitos crudos tejidos con la misma aguja que sostengo y que a veces, a falta de aliento, mancho de tinta y palabras dulces.

El basta no sale, se queda dentro de las brazadas, acariciando el umbral de los dientes como una lengua fría, un pez viscoso remontando un río de lava, un pájaro de lava remontando un vuelo viscoso. Las venas se me bifurcan sobre el cielo, se me agitan, ramitas que hacen crack y caen al suelo entre las hojas. Los ahoras se vuelven, uno a uno, como enormes dinosaurios indefensos, o nuncas.

Abandono un cuerpo sobre la red. Y digo de seguridad. Y sé a lágrima. Y sé que el tintero es mucho más oscuro que el mar, profundo que los pulmones, seguro que el abrazo que podría definirme en trocitos crudos más rojos que el corazón de tela que puedo sostener con las manos sin sostener el aliento. Y me bebo todo de un trago, como un chupito de cicuta.

0 comentarios:

añade un comentario

y después no te olvides de revisarlo, muchas veces tendrás que confirmar la vista previa